Caracol Podcast
En este episodio del podcast Yo debería ser flaca, converso con Andrea Sarmiento, publicista y escritora radicada en Londres. Aunque esta es su segunda aparición en el programa, la invité porque quería que nos compartiera detalles sobre su nuevo libro, el segundo de la serie Cartas sin remitente.
Andrea nos habla de esta nueva obra y de las cartas que se escribe a sí misma, explorando temas profundos como la relación con la soledad, el cuerpo y el amor.
Este episodio del podcast "Yo debería ser flaca" presenta una conversación profunda con Matilde Acevedo, actriz de teatro colombiana, sobre su proceso de liberación corporal. Hace años, Matilde me buscó debido a su relación conflictiva con la comida. Hoy, reflexiona sobre cómo este camino transformador le brindó libertad, una idea que concibe como la capacidad de habitar plenamente su cuerpo, estar presente y conectada con su vida sin huir de sí misma. Una charla inspiradora sobre reconciliación, presencia y autocompasión.
En este episodio de Yo debería ser flaca, profundizo en un tema común: la sensación de no poder parar de comer. Es frecuente que muchas mujeres se perciban "adictas" a la comida. Pero no lo son. Nunca le digo a una consultante que su relación con la comida es una adicción, que come chocolate porque es una sustancia adictiva con la cual no puede contenerse. En cambio, trabajo con ella para desenredar el nudo de la restricción, que probablemente sea la verdadera causa detrás de esa aparente pérdida de control. Si alguna vez has sentido que la comida te domina, este episodio es para ti.
En este episodio del podcast *Yo debería ser flaca*, exploramos un aspecto crucial para sostener procesos de cambio genuinos y duraderos: el valor del progreso. Muchas veces, enfocamos nuestra atención únicamente en los destinos finales y creemos que solo vale la pena celebrar cuando alcanzamos una meta. Sin embargo, es el progreso, esos pequeños pasos que damos a diario, lo que realmente alimenta el cambio y le da vida.El progreso no es solo una etapa intermedia; es el cimiento que sostiene el crecimiento y nos permite mantenernos en el camino. Por eso, es fundamental medirlo, registrarlo y, sobre todo, emocionarnos con cada avance, por pequeño que sea. Estas pequeñas victorias nos ayudan a construir una imagen más clara y realista de lo que es posible para nosotras y nuestras vidas.Así que, en lugar de esperar hasta el final para celebrar, aprendamos a honrar el proceso en cada paso. Porque cada avance, por más mínimo que parezca, es un recordatorio de nuestra capacidad de cambio y de lo lejos que podemos llegar cuando somos pacientes y constantes con nosotras mismas.