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Pues eso, que esta NBA no hay quien la entienda, y en tan solo una noche ha transformado su presente y futuro radicalmente. Boston Celtics está a un paso de caer en Playoffs ante New York Knicks, pero lo verdaderamente importante es saber qué piensan hacer si la lesión de Jayson Tatum es tan grave como parece. Por si fuera poco, la lotería de Draft más loca de la historia lleva a Cooper Flagg a Dallas Mavericks (en teoría, a ver qué hace Nico Harrison), y el número 2 será para San Antonio Spurs, que debería hacer todo lo posible para convencer a Milwaukee Bucks y poder juntar así a Wembanyama con Giannis Antetokounmpo.
Y así acaba esta temporada en la NBA: con el equipo más dominante del año ganando su primer campeonato. Oklahoma ya tiene su anillo tras cerrar estas Finales en casa con un 4-3 que será muy recordado, sin duda, pero no solo por el brillantísimo nivel de baloncesto que nos han regalado Thunder y Pacers, sino también por el desenlace más desgraciado, inmerecido y triste que se podía tener. La lesión de Tyrese Haliburton, que todo apunta a tendón de Aquiles pero ojalá nos equivoquemos, ha lastrado claramente la última contienda entre estos dos maravillosos finalistas. Indiana intentó remar y mantener el orgullo hasta los últimos minutos, pero nada era suficiente. Nada de esto quita ningún mérito al campeón, y muchísimo menos a estos Pacers de Rick Carlisle, que serán inolvidables dentro de la historia de esta competición.
Indiana Pacers se corona, pase lo que pase en adelante, con una victoria llena de gloria y reivindicación que pone el 3-3 en estas Finales de la NBA que recordaremos de por vida. Partido inmenso de Rick Carlisle y sus chicos, que fueron capaces de dominar como en ningún otro encuentro de esta eliminatoria, alcanzando la brillantez absoluta en toda la pista y anulando cualquier planteamiento de Oklahoma City Thunder.
Las Finales siguen su guion con un quinto partido soberbio de los Thunder en casa. Victoria para Oklahoma, que sigue firme hacia su primer anillo, y en esta ocasión deben agradecérselo a un bárbaro Jalen Williams: 40 puntos, reparto de galones perfecto con Shai y demostración absoluta de cómo debe comportarse una segunda estrella en una fecha tan señalada. La eliminatoria marcha a Indiana con unos Pacers muy tocados, sobre todo Tyrese Haliburton, señalado y magullado físicamente.