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Caída histórica de las audiencias, plaga de lesiones infinita, empieza el In-Season sin despertar mucho la atención... Cualquiera diría que la NBA pasa por un momento delicado cuando acaba de blindarse económicamente para una década con uno de los contratos más lucrativos del mundo. Pero debemos revisar punto a punto para entender si tan terrible es la tragedia, o si simplemente se han dado ciertas coincidencias pero lo importante sigue adelante. Lo único indudable es que la nueva lesión de Chet Holmgren deja un panorama delicadísimo a Oklahoma City Thunder.
Al ser Acción de Gracias, recordamos por qué no hay partidos en esta fecha tan señalada para los estadounidenses. Es un día muy familiar y muy de NFL. ¿Por qué no de NBA? Hay una explicación de mucho peso: muchísimo dinero. Entendido esto, debatimos si estos Houston Rockets de Ime Udoka nos convencen lo suficiente como para ser un candidato en el Oeste, o más bien como proyecto de futuro que empieza a encontrar sus mimbres alrededor de Jalen Green, el turco Alperen Sengun y una serie de defensores asombrosamente físicos como Tari Eason y Amen Thompson. Repasamos qué rookies pueden consolidarse como titulares y si los Atlanta Hawks de Trae Young puede ser un equipo a tener en cuenta para rivalizar en la Conferencia Este.
Cuesta mucho entender el pésimo estado de Zion Williamson. Y encima cree que puede exigir más a su franquicia. Vienen malos tiempos para New Orleans Pelicans, y no se lo merecen. Sacramento Kings lucha cada año por conseguir una mejor versión, pero no parece conseguirla con la incorporación de Demar DeRozan y las actuaciones de Fox y Sabonis. Quienes sí empiezan a destacar y competir y creerse que tienen un proyecto imparable entre manos son los Spurs de Victor Wembanyama. La supernova francesa está sumando victorias para San Antonio, que debe desarrollar más mentalidad ganadora y dejar atrás la etapa de tankear.
Los Sixers no levantan cabeza. Tienen el peor récord de la NBA y deben obrar el milagro si quieren acabar la temporada en positivo. La vuelta de Joel Embiid no parece suficiente, y menos si Paul George es baja otra vez. Situación muy diferente en Los Ángeles: Dalton Knecht parece la pieza final para encajar el puzzle de JJ Redick y el MVP de Anthony Davis cada día es más posible.