Podium
El cáncer y sus tratamientos pueden afectar directamente la sexualidad, tanto por los cambios físicos que provoca como por el impacto psicológico que esto conlleva. Estos efectos pueden incluir disminución del deseo sexual, sequedad vaginal, fatiga y cambios en la imagen corporal.
El otro gran tema que nos ocupa hoy, la maternidad, añade una capa adicional de complejidad. En algunos tipos de cáncer, el tratamiento puede postergar la maternidad por años. Es probable incluso que el tratamiento imposibilite una maternidad biológica. Por eso es crucial acompañar el proceso desde un punto de vista psicológico.
Hoy vamos a hablar con Lorena Alonso, psicooncóloga de la Asociación Contra el Cáncer de Cáceres y con Marta Vasallo, una paciente a la que su tratamiento oncológico ha afectado tanto su vida sexual como sus deseos de ser madre.
‘El cáncer se habla’ nació con la idea de ser un espacio en el que romper muchos silencios incómodos sobre el cáncer. A lo largo de nuestro recorrido, hemos hablado sobre cómo muchas de las ideas preconcebidas con las que miramos a esta enfermedad, a menudo son erróneas y limitantes. El caso de los cuidados paliativos es un perfecto ejemplo de cómo de equivocados pueden estar determinados estereotipos. Los cuidados paliativos no son atenciones destinadas a curar la enfermedad, sino a mejorar la calidad de vida del paciente en una situación de final de vida o de enfermedad grave cronificada. Se trata de una atención integral al paciente, desde el ámbito médico, pero también desde una perspectiva psicológica, social y espiritual. Hoy vamos a tratar de dar unas pautas que ayuden a pacientes y familiares respecto a cómo mantener los mejores cuidados paliativos en casa Para ello contamos con la ayuda de Carmen Maldonado, psicooncóloga de la Asociación Española contra el Cáncer y miembro de la unidad de cuidados paliativos domiciliarios de Alcorcón y con Almudena de Esteban, médica de la Unidad de Paliativos de Aravaca.
La soledad, esa sombra silenciosa que se cierne sobre tantas vidas, no discrimina. Paradójicamente, en esta época de interconexiones y actualizaciones constantes, la soledad no deseada se está convirtiendo en una epidemia que afecta a más personas cada día. Este problema es especialmente grave en el caso de las personas mayores, y más aún cuando son pacientes de cáncer. A menudo los procesos oncológicos en mayores tienden a cronificarse y sus limitaciones físicas, los efectos secundarios o los estigmas asociados a la enfermedad pueden provocar un aislamiento social severo. Para hablar de iniciativas contra la soledad no deseada, tenemos la suerte de contar con Pau Berbel, responsable de Relaciones Institucionales e Incidencia Política de la sede de Barcelona de la Asociación contra el Cáncer y a Orlando Salazar responsable de trabajo social en la misma sede. También estará con nosotros Desi, una paciente que conoció a la Asociación Contra el Cáncer durante sus visitas al hospital y que ha convertido sus visitas al Club Social de Barcelona en un elemento de vinculación esencial en su vida.
La actividad y el ejercicio físico son importantes para nuestra salud en general, y se convierte en esencial cuando atravesamos un proceso oncológico. La actividad y el ejercicio físico no solo ayudan a mantener un peso corporal saludable y a mejorar el bienestar físico y emocional, sino que también puede ser una herramienta valiosa para sobrellevar los efectos secundarios e incluso prevenirlos. Durante y tras los tratamientos oncológicos, el cuerpo puede experimentar una disminución en la masa muscular y una fatiga intensa debido tanto a la enfermedad como a los tratamientos, además de otros síntomas como el dolor crónico, problemas de movilidad y la hinchazón en los brazos o piernas, entre otros. Además de estos efectos físicos, hay que tener en cuenta los psicológicos, y el ejercicio puede reducir los niveles de ansiedad y depresión. Hoy hablaremos de cáncer y ejercicio con Inés López, fisioterapeuta de la Asociación Española contra el Cáncer en A Coruña.