¿Qué es comer normalmente?

Podium

En este episodio del podcast de Yo debería ser flaca exploro la noción del comer normal, la cual se torna difusa dentro de un mar de desinformación nutricional, terrorismo alimentario y formas restrictivas de comer. Quisiera retomar un comer flexible basado en la confianza corporal que descansa en una capacidad innata de saber elegir comida. Este podcast da respuesta a una pregunta frecuente que escucho en consulta: ¿cómo hago para comer sin controlar? Devuelvo esta pregunta con otra pregunta: cuando piensas en alguien en tu vida que coma sin sufrir, ¿cómo es? 
Mis consultantes me describen una persona que come de todo, que no controla su alimentación, que disfruta sus alimentos y jamás se culpabiliza o juzga violentamente por sus elecciones. Esta persona sabe comer porque confía en que sabe comer.  

Más episodios

No poder parar de comer se siente mal

En este episodio de Yo debería ser flaca, profundizo en un tema común: la sensación de no poder parar de comer. Es frecuente que muchas mujeres se perciban "adictas" a la comida. Pero no lo son. Nunca le digo a una consultante que su relación con la comida es una adicción, que come chocolate porque es una sustancia adictiva con la cual no puede contenerse. En cambio, trabajo con ella para desenredar el nudo de la restricción, que probablemente sea la verdadera causa detrás de esa aparente pérdida de control. Si alguna vez has sentido que la comida te domina, este episodio es para ti.

Apología a la existencia, no a la gordura

En este episodio de "Yo debería ser flaca", tengo el honor de conversar con una mujer excepcional que celebra la vida con todo su cuerpo: Nataly Ortegón, activista por la liberación y diversidad corporal. Su contenido en redes sociales tiene algo especial, supe qué era conversando con ella: su inquebrantable decisión de vivir plenamente, siendo exactamente quien es.Nataly nunca pensó que su cuerpo debía ser diferente ni que necesitaba perseguir una elusiva mejor versión que no llega. Tampoco permitió que su brillo se apagara por las críticas hacia su apariencia. Nataly no hace una apología a la gordura, como podrían insinuar sus detractores; a ellos les responde con claridad: "Hago una apología a la existencia".