Vivir mejor sintiéndo mejor

Podium

En este episodio del podcast de Yo debería ser flaca, exploro una idea que me llega al alma: no busques sentirte mejor, busca ser mejor sintiendo. Esto quiere decir que no encontramos estrategias y formulaciones rápidas para sentirnos mejor, creyendo que nuestra vida solo puede recibir las facetas de felicidad y luz; sino que nos robustecemos en nuestra capacidad de sentirlo todo, la luz y la sombra. Este episodio hace un comentario sobre la terapia de Aceptación y Compromiso formulada por el psicólogo Steven Hayes, la cual tiene la evidencia de ayudar a las personas a sentirse equipadas para enfrentar la vida, tal cual es.

Más episodios

Si te crees adicta a la comida

En este episodio del podcast de Yo debería ser flaca abordo una pregunta recurrente: ¿qué pasa si no puedo parar de comer? Muchas mujeres me cuentan que sienten que la comida les gana, que son adictas. Pero la presunta "adicción" es mejor investigarla. Habría que mirar si la llamada adicción es la otra cara de una relación restrictiva con la comida. Quiero abordar esta pregunta para ofrecer algunas luces para todas aquellas personas que puedan estar sintiendo esta molestia con su plato.

Un juego infalible para transitar hacia el corazón

En este episodio del podcast de Yo debería ser flaca entrevisto por segunda vez a Ana María Constain, psicóloga y terapeuta Gestalt. La invito porque Ana María publicó un libro titulado La vía del corazón, que es una propuesta interactiva en la cual el lector juega un maravilloso juego: el tránsito al corazón. El libro consta de elementos adicionales como una página web o un grupo de WhatsApp, de manera que el lector recibe una experiencia única de exploración en su mundo interior. Si quieres conocer más sobre este libro, visita la página web: www.viadelcorazon.com.

El permiso incondicional para comer, ¿qué es?

En este episodio del podcast de Yo debería ser flaca quiero acercarme a un concepto que aprecio mucho, que es el permiso incondicional.En mi práctica de coaching trabajamos con el permiso incondicional para comer, un concepto que, por cierto, aterra a mis consultantes. ¿Cómo se vería una incondicionalidad a la hora de comer, sin control o restricción? Explico que el permiso para comer no significa que nos comemos hasta la última galleta que nos encontramos; no es desenfreno lo que promuevo. Más bien, es la capacidad de honrar nuestra hambre, de saciarla con comida suficiente y satifactoria, todos los días.En este episodio me acerco a esta incondicionalidad con nosotros mismos, lo cual es difícil en una sociedad que nos enseñó a tratarnos condicionalmente, siempre vigilándonos, nunca permitiéndonos confiar en que sabemos procurarnos lo que necesitamos como lo necesitamos.