Podium
El 20 de marzo de 2014, dos policías de Asuntos Internos y dos agentes del CNI se reúnen en una habitación de un piso de Madrid para hablar de la investigación que tienen entre manos: el caso del pequeño Nicolás. La reunión es de alto secreto pero uno de los teléfonos móviles es hackeado y accionado remotamente para registrar toda la conversación. Tiempo después, la grabación se filtra al pequeño Nicolás, que la aporta al juzgado para tratar de demostrar que está siendo víctima de una conjura en la que han intervenido los servicios secretos. También la publican algunos medios de comunicación. Los agentes encargados del caso analizan los audios filtrados, encargan peritajes y hacen un estudio de todas las llamadas realizadas al teléfono hackeado durante el tiempo que duró la reunión con los miembros del CNI. El principal sospechoso es un periodista que trabaja en el periódico de la mujer de V. La investigación implica a V definitivamente en el caso y destapa la cobertura que el agente oscuro ha mantenido todos estos años; una estructura empresarial privada con tentáculos en todas las instancias del Estado que le sirve para torpedear muchos de los casos judiciales en los que ha estado implicado él o sus clientes. La investigación hace estallar una guerra entre policías que acabará después con la filtración de otra grabación secreta. En esta ocasión, el audio destapa destapa las sucias maniobras del ministro del Interior contra sus adversarios políticos.
Una dermatóloga denuncia el acoso sexual al que dice estar sometida por uno de sus pacientes, un importante empresario madrileño. A partir de ahí comienza una pesadilla en la que la mujer y sus hijos reciben amenazas. Un día le llegan a apuñalar en el abdomen mientras le dicen que cierre la boca. El comisario que investiga el caso habla con la mujer y le ofrece la posibilidad de reconocer a su agresor. Entre varias fotografías, la mujer identifica el rostro de V.Las investigaciones señalan que V podría haber sido contratado por el empresario para hacer un montaje en el que parezca que todo ha sido una invención de la doctora. Incluso la teoría de que V pudo apuñalarla parece deshacerse en los juzgados cuando el policía declara que ese día estaba reunido con dos periodistas. La publicación de una grabación con uno de esos periodistas podría demostrar que esa coartada es falsa.
El periodista regresa al País Vasco para volver momentáneamente a los primeros años de V como policía y se entrevista con una persona que cree que puede arrojar algo de luz sobre aquellos tiempos en los que el inspector trabajó en la Brigada Político Social. 40 años después, el Ministerio de Interior recupera algunas formas de aquella Brigada con la creación de un grupo de policías al que se le encarga encontrar cualquier historia que pueda debilitar al independentismo en Cataluña.V formará parte de ese grupo de agentes a las órdenes del ministro Jorge Fernández Díaz. Los trabajos dan lugar a algunos informes sobre el clan de los Pujol. Poco tiempo después, V se ve envuelto en varias historias que acaban por descubrir su cobertura y que se publican en los medios. El agente en la sombra acaba en la portada de los periódicos, sobre todo por un extraño asunto que tiene como protagonista a un joven estudiante que dice trabajar para el Gobierno.