Podium
Al llegar a Rumanía, Gloria tenía el afán irremediable de iniciar su liberación. Lo primero que necesitaba era arreglar sus papeles y formalizar en la agencia lo que, hasta entonces, solo había sido un compromiso verbal. Este episodio viene cargado de amor, secretos familiares, amistad...
Acostumbrada a mirarle desde pequeña como un hermano, cuando Fernando le dedicaba un piropo unas veces lo tomaba con broma y otras como elogio fraternal. Se reía y contestaba en tono festivo. Halagada sí, pero como si eso mismo se lo dijera Eugenia. Cómo iba a imaginarse ella otra cosa. Ella le quería como a un hermano, no como su cuñado, pero ella pensaba que él también la vería como una hermana o hija pequeña.
Gloria se alegraba de que la casualidad le hubiera llevado a la agencia de viajes haciéndole encontrar allí una maravillosa inspiración. No le interesaba el destino del viaje, le importaba encontrar una razón para su ruptura.
Al día siguiente de alcanzar la mayoría de edad, Gloria desayuna con su familia deseando conocer más acerca del asunto que le ha tenido desvelada gran parte de la noche. Gloria pasa revista a sus recuerdos más personales: ya no es la jovencita de hace unos años, aunque María Eugenia parezca resistirse a aceptarlo. Tras una discusión acalorada, la conversación queda interrumpida justo cuando Fernando entra en la habitación...