Este episodio episodio empieza con Junco y, a partir de ahí, Maldonado desarrolla toda su teoría sobre las infidelidades en una pareja. Se habla del amor y Sastre plantea diferencias con la amistad. Se habla de Pacojó y de la importancia de boludear, entre otras muchas cosas, como los fluidos no newtonianos.
Este episodio en realidad no tiene un inicio: de pronto Miguel se ha sentado y ha empezado a contarle a Sastre la circunstancia por la que tuvo que cambiar de teléfono y, a partir de ahí, se han ido encadenando una serie de relatos que lo mismo se refieren al trabajo que al sentimiento de culpa. Aparece también Moldavia y el cruce de querellas entre Ayuso y Sánchez para terminar, por razones más desconocidas todavía, haciendo el intermitente. Cómo iba a tener un inicio este episodio, si lo que no tiene es sentido.
Hemos vuelto. La segunda temporada empieza con una muestra de humor ligeramente escatológica sobre la que Maldonado y Sastre se reencuentran tras el verano. A partir de ahí se mezclan una serie de acontecimientos y personas (Biden, Puigdemont, Nacho Cano, Cristóbal Colón…) que vuelven a demostrar que, este curso, tampoco hay guion. Pero hay risas, que todo no se puede.