Carles Tamayo, cazar a un mamarracho y ser canterana

Hoy tenemos un programa rico, rico y con fundamento. Ha venido a hablar de su libro la cocinera, disfrutona y ganadora de Masterchef 10, María Lo. El libro no lo tiene ni ella todavía, pero como reina del marketing lo ha titulado “Cocínalo”. Somos fans. Hemos hablado de eso y de sus próximos proyectos culinarios. Y de comerse los huevos doblados, de eso también. Un tema que pensábamos que nunca saldría. Laura ahora quiere ser periodista y ha hecho un reportaje en el que intenta hacer periodismo y en el que demuestra que es tontísima. Además, Charlie ha hecho un concurso para hablar de sí misma porque ella es así, hay que dejarla.  Para acabar hemos retado a María en un test de cocina y ojo no le vayamos a quitar el puesto. Un sueño todo.

Hoy ha venido a echar el rato el cómico, presentador y ahora documentalista: Jorge Ponce. Nos ha hablado de cómo le estafaron 20 lereles y de cómo ha hecho una docuserie de ello: “Medina, el estafador de los famosos”. También hemos hablado de la movida que es conciliar y del buen rollo que tienen en La Revuelta. Tan buen rollo que solo han bastado tres amenazas para que haga un cameo el codirector de la docuserie y subdirector de la Revuelta, Javi Valera. Viendo la oferta inmobiliaria, Laura nos propone un formato: “¿Quién muere ahí?”. Y Charlie tiene un nuevo trabajo que implica que tiene que hacer el delicioso, pero no es lo que parece. Para acabar, hablamos de las estafas que ha vivido el público y ninguna ha puesto venir al programa, ni tan bien, ¿no?

Esta semana ha venido la periodista, escritora y leyenda de la comunicación Maruja Torres para hablarnos de su nuevo libro “Cuanta más gente se muere, más ganas de vivir tengo”. Un mood. Hemos hablado de sus movidas de twitter, su obsesión con la ortografía y hasta nos ha contado su técnica para ir al baño como un reloj. Laura tiene una matrioska de síndromes del impostor y luego hay señores por ahí que se les hace bola abrir una botella de agua. Y Charlie, casi se nos muere y ahora sólo puede pensar en a quién dejarle el dinero del seguro de vida. Que lo done al programa y hacemos una taza con su cara.