Cuando Joshua Molina y Marina Teixidor hacían escapadas rurales, echaban en falta un mayor componente de aventura. Movidos por su afición por ese tipo de turismo, decidieron reinventarse y crear Oasis Hunters, un negocio online donde los usuarios no saben a dónde van hasta 48 horas antes. Superaron el confinamiento, aprendieron sobre la marcha de SEO, SEM y marketing en redes sociales, hicieron por escuchar a sus usuarios y crear comunidad… y hoy viven de su pasión.
Se puede decir que Fran Senra había triunfado profesionalmente, labrándose un futuro en el sector de la comunicación y trabajando en Estados Unidos y otras partes del mundo. Pero eso no le hacía feliz. Enamorado de su pueblo y de sus raíces, decidió volver a su Sanlúcar de Barrameda natal. Allí terminó montando Conservas Senra, que le permite vivir en su tierra, ser feliz, y honrar a su abuela: produce y vende en conserva los guisos típicos de su pueblo. Esta es la historia de una transformación profesional radical.
Después de cuatro años desarrollando una máquina similar a la de las cápsulas de café para crear cosméticos personalizados, el confinamiento pilló a Lesielle en pleno lanzamiento al mercado. “Se nos cayeron contratos con centros de estética y tuvimos que reinventarnos centrándonos en el comercio online”.
Alfonso González sabe bien lo que es reinventarse. Lo hizo en la crisis de 2008, cuando cambió la organización de eventos culturales por las bodas. Ahora, ha transformado en huertas las fincas en las que se celebraban los enlaces. Y vende sus hortalizas online. “Hay que ver la realidad como es, por dura que sea. Es ahí cuando puedes reaccionar”
"Los pequeños comerciantes no queremos salir de la zona de confort y es una cuestión de adaptación. No es una opción, es una obligación”. Javier González es hijo de los fundadores de La Tienda de Lino, un pequeño negocio familiar de La Coruña que ha tenido que reinventarse varias veces en sus 50 años de vida. La última, para gestionar la venta online de su producto estrella: la empanada gallega.
Montar un taller en la buhardilla de su casa y convertirse en su propia jefa. Es lo que hizo Mónica Conde cuando decidió cambiar de vida: aprendió a hacer jabones de forma artesanal gracias a vídeos de YouTube y, con 3.000 euros del paro, puso en marcha Mis Colores y Aromas. Sin experiencia previa, tuvo que zambullirse en el mundo de la venta online tras la irrupción de la pandemia.
“Un empresario debe tener capacidad para adaptarse a la realidad de cada momento. Ser innovador, diferente y crear su propio relato”. Marc Cerón es el consejero delegado de Ilerda Serveis, una empresa familiar dedicada a la limpieza a la que la pandemia pilló en plena “fase de mutación” para modernizarse. Querían ser un negocio más verde, global y digital. “En España, nuestro sector es muy arcaico”. En 2020 se aceleró todo. Les pilló con una base tecnológica “sólida” y las ideas muy claras.
Vendieron cítricos por internet cuando pocos lo hacían y sacaron al mercado un producto innovador como el vino de naranja. Los hermanos Antelo, de Naranjas Ché, recolectan ahora los frutos del trabajo y de la inversión sembrada durante más de una década.