Caracol Podcast
Los navegantes nos enseñan la importancia de establecer un camino antes de iniciar la ruta. Ya sea que elijamos el camino nosotros mismos o que alguien lo escoja por nosotros, este enfoque nos permite ser eficientes y enfocar nuestra energía en cada paso del proyecto sin abrumarnos ni perder el camino.
Tenemos dos grandes formas de entenderla, por un lado es el ejercicio profundo de pensamiento o el reflejo, una mirada de quienes somos ante los demás. Mirarnos en profundidad y encontrar en que fuimos fuertes y en que fuimos débiles, que factores fueron externos y cuales internos, es el camino para que el resultado del proyecto (exitoso o no) nos deje aprendizajes que nos sirvan como individuos y como equipos.
Dicen los marineros que podemos atravesar la tormenta o rodearla pero no podemos sentarnos y esperar sin hacer nada. Cuando terminamos la batalla, pasamos por momentos de alta tensión, de profundo desgaste y deben quedar conclusiones y enseñanzas claras, allí es donde evaluamos el diseño por escenarios, definimos posibles campos de batalla y nos adelantamos en planeación por si llega a suceder para que, como equipo, podamos reaccionar.
Entrar en batalla es una opción no un fin, ¿hasta qué punto vale la pena entrar en una confrontación con nuestra competencia? Puedo meterme en la lucha ganar, perder o quedar "en tablas" o no meterme en una pelea directa y aún así ganar; por eso Sun Tzu nos dice "El supremo arte de la guerra es someter al enemigo sin luchar" ¿Cómo llegar a ese punto y tomar la mejor decisión? este es el tema en este punto, de la batalla.