Tenemos dos grandes formas de entenderla, por un lado es el ejercicio profundo de pensamiento o el reflejo, una mirada de quienes somos ante los demás. Mirarnos en profundidad y encontrar en que fuimos fuertes y en que fuimos débiles, que factores fueron externos y cuales internos, es el camino para que el resultado del proyecto (exitoso o no) nos deje aprendizajes que nos sirvan como individuos y como equipos.
Dicen los marineros que podemos atravesar la tormenta o rodearla pero no podemos sentarnos y esperar sin hacer nada. Cuando terminamos la batalla, pasamos por momentos de alta tensión, de profundo desgaste y deben quedar conclusiones y enseñanzas claras, allí es donde evaluamos el diseño por escenarios, definimos posibles campos de batalla y nos adelantamos en planeación por si llega a suceder para que, como equipo, podamos reaccionar.
Entrar en batalla es una opción no un fin, ¿hasta qué punto vale la pena entrar en una confrontación con nuestra competencia? Puedo meterme en la lucha ganar, perder o quedar "en tablas" o no meterme en una pelea directa y aún así ganar; por eso Sun Tzu nos dice "El supremo arte de la guerra es someter al enemigo sin luchar" ¿Cómo llegar a ese punto y tomar la mejor decisión? este es el tema en este punto, de la batalla.
Planeación implica planear la acción, pero también hibernar es una decisión válida. Como latinos fuimos criados para hacer más que para planear, según esa mirada no está bien visto darle prioridad al tiempo de descanso o de reflexión y por eso nos desgastamos probando sobre la marcha. Tener claro sobre la mesa todos nuestros recursos, puedes ver diferentes futuros y preveer como reaccionariamos a cada escenario es el resultado de hacer juiciosamente un ejercicio de planeación; debemos tener claro que por un lado va lo estratégico y por otro lo táctico pero son interdependientes si no los equilibramos, caemos en la parálisis por análisis o en el temido fracaso.
Como resultado de un analisis profundo sobre mis fortalezas y debilidades soy más consciente de las áreas en las que me debo volver fuerte, donde debo encontrar puntos de apoyo y, para eso están las alianzas. Entender que donde el otro es fuerte y yo debil hay una oportunidad de crecimiento colaborativo y donde yo soy fuerte y el otro débil tambien puedo crecer, de manera armónica, con más fortaleza que la que puedo alcanzar solo. Conocer a mis competidores es el principio para construir alianzas poderosas donde todos ganamos.
Conocer nuestras fortalezas y debilidades a profundidad nos permite, a partir de los recursos y habilidades que tengamos y las características del mercado, ser mucho más estratégicos en nuestras acciones. El DOFA o FADO es una herramienta que nos lleva a reconocer nuestras "armas" con una mirada sincera y humilde al mismo tiempo que nos obliga a analizar el mercado y a decidir que pasos dar.
Cuando nos enfrentamos a un territorio o mercado desconocido, es necesario recurrir a los mapas existentes o crear nuestro propio mapa para tener una visión clara de lo que nos espera. Pretender que podemos avanzar en nuestros proyectos sin la ayuda y el conocimiento de los demás es una ilusión; la sabiduría ajena es un recurso invaluable para el éxito de nuestras empresas o iniciativas. Por lo tanto, es fundamental estar abiertos a recibir y aprovechar la ayuda y el consejo de los demás.
Nuestros recursos, tiempo, energía y dinero son limitados, por lo que es crucial enfocarlos en un solo punto para lograr que nuestros proyectos tengan éxito. Tener muchas puertas abiertas al mismo tiempo puede fragmentar nuestra energía y conocimiento, lo que puede dificultar nuestro esfuerzo. Es fundamental enfocarnos y brillar, mostrar nuestro trabajo y dar a conocer nuestro talento.
Los navegantes nos enseñan la importancia de establecer un camino antes de iniciar la ruta. Ya sea que elijamos el camino nosotros mismos o que alguien lo escoja por nosotros, este enfoque nos permite ser eficientes y enfocar nuestra energía en cada paso del proyecto sin abrumarnos ni perder el camino.
El inicio del camino hacia el autoconocimiento y la comprensión de uno mismo como guerrero o guerrera es un paso importante en la vida de cualquier persona. Es ese fuego inicial, ese impulso que nos mueve a todos y que debemos mantener y alimentar con conocimiento y disciplina. En esta etapa es importante sembrar los fundamentos de nuestra vida, ya que lo que sembramos es lo que cosechamos. Debemos medir nuestro progreso y nuestros logros utilizando nuestros propios indicadores de gestión, ya que cada persona tiene sus propios objetivos y metas en la vida.