Podium
El 27 de julio es el Día del cáncer de cabeza y cuello. Aunque es el séptimo tipo de cáncer más común en nuestro país, con 12.500 nuevos casos al año, este tipo de cáncer es uno de los más desconocidos. Se trata de un grupo de tumores malignos que se localizan en los senos paranasales, faringe, laringe, cavidad oral, lengua y glándulas salivales. Es importante hablar de ello porque este tipo de tumores pueden prevenirse en un porcentaje muy alto y porque un diagnóstico precoz puede mejorar el pronóstico del tratamiento de manera crucial.
Gracias a la colaboración con la Fundación Española de Cabeza y Cuello, conversamos con el doctor Alex Sistiaga, otorrino y presidente de la comisión de Oncología y Cirugía de Cabeza y Cuello de la SEORL-CCC, la doctora Ana Media, oncóloga en la Fundación Gallega de Oncología y a la doctora Virginia Novo, que es médico de familia pero hoy nos visita en calidad de familiar y cuidadora de paciente con cáncer.
Poco después de asimilar el diagnóstico, a menudo aún lidiando con el shock que supone, el paciente de cáncer se enfrenta a una derivada del tratamiento un poco menos obvia: los efectos secundarios. Cada cuerpo reacciona de manera diferente, y los síntomas pueden variar según el tipo de tratamiento, pero existen algunos efectos secundarios comunes que afectan a muchas personas. El cansancio, por ejemplo, es uno de los síntomas más habituales y, a menudo, puede resultar difícil de gestionar. A su vez, el insomnio o las alteraciones del sueño pueden ser otro obstáculo en el proceso de recuperación. Otro de los efectos secundarios que más pueden complicar la recuperación es también uno de los más presentes en el imaginario colectivo es el de las náuseas y los problemas digestivos. Hoy tenemos con nosotros a dos médicos de la Asociación Española Contra el Cáncer que forman parte del Servicio de Orientación Sanitaria de la Unidad de Atención a Pacientes y Usuarios para ilustrarnos sobre este tema. Santiago Méndez es urólogo y Elías López, oncólogo radioterapeuta.
Atravesar un proceso oncológico es una situación compleja, tanto física como emocionalmente. Cuando el tratamiento termina o la situación clínica está bajo control, el entorno de la persona suele llenarse de felicidad, de esperanza, de nuevos planes. Sin embargo, para quien ha vivido la experiencia, esa aparente normalidad trae consigo una carga emocional difícil de explicar: el miedo a la recaída. Al salir del tratamiento, la persona ya no tiene el seguimiento tan constante del equipo médico, y con ello puede nacer una sensación de vulnerabilidad y de incertidumbre. Es lógico pensar que tras una experiencia de vida tan intensa, como lo es el cáncer, el miedo a una nueva aparición de la enfermedad se haga presente. Hoy, Marta Pino, psicóloga especializada en psicooncología, nos ayudará a comprender este proceso. Nos explicará estrategias para que, tanto pacientes como familiares, puedan afrontar este miedo, no eliminándolo, pero sí integrándolo de forma saludable en la vida cotidiana.
La muerte de un ser querido marca un antes y un después en nuestras vidas. El duelo, aunque doloroso, es un proceso que cumple una función fundamental: ayudarnos a adaptarnos a una nueva realidad en la que esa persona ya no está. El duelo no es lineal, y no existen reglas sobre cuánto debe durar o cómo debe ser. Sin embargo, hay momentos específicos en los que las emociones pueden ser particularmente intensas, y estos suelen coincidir con fechas señaladas. Las fechas especiales, como el cumpleaños de esa persona, aniversarios o días festivos, como las Navidades, tienen la capacidad de revivir con fuerza el dolor de la pérdida. Hoy, hablaremos con María Pilar Marín, psicooncóloga de la sede de Alicante de la Asociación Contra el Cáncer que nos va a explicar cómo podemos prepararnos para afrontar estas fechas, con recursos para manejar nuestras emociones en esos días tan delicados.